Ministros de la Comunión

El grupo apostólico de Ministros de la Comunión en nuestra Catedral tiene la misión de asistir al sacerdote en la distribución de la Sagrada Eucaristía, especialmente en aquellas celebraciones donde el número de fieles es numeroso o cuando el sacerdote requiere apoyo para llevar la Comunión a enfermos y personas que no pueden asistir físicamente a la iglesia. Este ministerio es una expresión profunda de amor y respeto hacia la Eucaristía, y cada ministro es llamado a vivir una vida de oración y devoción que refleje la santidad del sacramento que administra.

Ser Ministro Extraordinario de la Comunión implica recibir una formación especial que abarca aspectos litúrgicos y espirituales. Los ministros deben ser conscientes de la dignidad y responsabilidad de este ministerio, cuidando que cada acción, desde la preparación hasta la distribución de la Eucaristía, sea realizada con reverencia y amor. Además, el ministerio tiene como prioridad el acompañamiento espiritual de quienes reciben la Comunión en sus hogares, hospitales o centros de cuidado, llevando consuelo y esperanza a quienes necesitan sentir la cercanía de Dios en momentos de enfermedad o soledad.

Este servicio es una extensión del amor de Cristo a su Iglesia, y los ministros se esfuerzan por ser signos vivos de su presencia real en la Eucaristía. Ellos, con respeto y humildad, brindan el Cuerpo y Sangre de Cristo a los fieles, procurando siempre estar en comunión profunda con la fe y comprometidos con una vida de ejemplo cristiano.

Participa

Si deseas unirte al grupo de Ministros de la Comunión y servir a Dios de esta manera tan especial, te invitamos a formar parte de este ministerio. Contáctanos para conocer más y para recibir la preparación necesaria para este hermoso apostolado de entrega, fe y amor hacia Jesús Eucaristía. ¡Esperamos que te sumes a esta misión de llevar el Cuerpo de Cristo a todos los rincones de nuestra comunidad!